- Invite periódicamente a su hijo a que hable con usted para averiguar cómo él interpreta sus problemas de aprendizaje en ese momento.
Escúchelo activa y atentamente para comprender los pensamientos de su hijo y descubrir cualquier malentendido: “Quisiera que me cuentes un poco más sobre cómo se te mezcla todo cuando tratas de copiar palabras de la pizarra”.
Admita con sinceridad que su hijo está pasando por un momento difícil: “Yo sé que leer te resulta muy difícil; y cuando la tarea de la escuela requiere tanto esfuerzo, esposible que eso haga que te sientas muy cansado”.
Acepte sus sentimientos de enojo, frustración o ansiedad como una respuesta comprensible a sus esfuerzos por aprender: “Sé que aprender matemáticas te resulta muy frustrante. No te culpo por estar enojado”.
Sea específico sobre el problema de aprendizaje identificado, para que él sienta que puede controlarlo. En lugar de decir: “Tienes problemas de lenguaje”, pruebe con: “Te resulta difícil responderle a tu maestra en voz alta durante la clase”.
Hágale saber que usted y la maestra trabajarán juntos para ayudarlo a tener éxito: “Tú, tu maestra y yo hablaremos todas las semanas para estar seguros de que vas bien”.
Describa objetivos concretos y tranquilícelo diciéndole que dará varios pasos de a poco para alcanzarlos: “Tu maestra y el tutor te ayudarán a memorizar la tabla del 5 antes de las vacaciones de invierno; esta semana y la próxima te enseñarán una forma para recordar la del 2”.
Reconozca el progreso de su hijo, elógielo y aliéntelo a lo largo del camino: “¿Recuerdas cuando pensabas que no podrías leer ni una página de ese libro? ¡Y mira ahora!”
Equilibre la conversación sobre sus retos con recordatorios sobre sus virtudes y talentos: “Sí, sé que cometiste un par de errores ortográficos esta semana, pero estás mejorando. Y tus maestros dicen que estás haciendo un muy buen trabajo en tu proyecto para la
feria de ciencias; tienes que estar muy orgulloso”.
Tranquilícelo diciendo que los problemas de aprendizaje son sólo una parte de quien él es. “Eres fantástico haciendo reír a la gente, y siempre consigues que los niños de tu equipo de baloncesto se esfuercen al máximo. Tus problemas con la lectura nunca podrán echar a perder esas virtudes”.
Deje que su niño ayude con las tareas domésticas. Estas pueden aumentar su confianza y destrezas concretas. Mantenga las instrucciones simples, divida las tareas en pasos pequeños, y recompense los esfuerzos de su niño con elogios.
Haga las tareas escolares una prioridad. Lea más acerca de cómo puede ayudar a su niño a tener éxito con las tareas.